Juegos de Barcelona 92 (Parte 4)

Cuarto y último post dedicado a los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. Hasta ahora he recordado a algunas de las grandes estrellas de los Juegos. Pero también hubo otros momentos "interesantes", aunque quizá menos recordados. Como por ejemplo, que la selección española de baloncesto, que hoy presume de ser campeona mundial, realizó en aquellos Juegos un ridículo espantoso, cuyo momento culminante fue la derrota a manos de la "potente" selección de Angola por 20 puntos de diferencia...

Otro momentito interesante y algo bizarro fue en la final de los 10.000 metros masculinos. Hacia mitad de carrera se quedaron liderando la prueba el marroquí Khalid Skah y el keniata Richard Chelimo. Así iban pasando los kilómetros, hasta que un doblado, el también marroquí Hammou Boutayeb, empezó a incordiar de modo antideportivo al pobre Chelimo, poniéndose a su lado, adelandándole, frenando en seco, etc. Un juez trató de sacar a Boutayeb de la pista agarrándole de la camiseta y diciéndole que estaba descalificado y no siguiera dando la matraca, pero nada, que no hubo manera. Boutayeb solo se retiró a falta de una vuelta.

Al final Skah ganó la medalla de oro y Chelimo la de plata. Por supuesto el público estaba indignado contra Skah, ya que consideraban que los dos marroquíes habían actuado de forma concertada para perjudicar al keniata. Durante la vuelta de honor la gente no paraba de pitar tirándole toda clase de objetos. Minutos después los jueces descalificaron a Skah y declararon ganador a Chelimo.

Sin embargo los marroquíes se encabronaron y Skah llamó a los jueces racistas y ladrones. Total, que al final le devolvieron el oro. Durante la ceremonia de entrega de medallas se produjo la pitada más estruendosa que se recuerda en unos Juegos.

Otra entrega de medallas tuvo también "especial" interés. En la categoría de menos de 82'5 kgs de halterofilia, el checheno Ibragim Samadov, vigente campeón mundial y gran favorito, había ganado la medalla de bronce tras el griego Dimas y el polaco Siemion. Cuando fueron a recoger sus medallas, Samanov, frustrado y disgustado, rechazó inclinarse para que le pusieron al cuello su medalla. En lugar de eso la recogió con la mano, y lleno de rabia, la tiró con desprecio sobre la plataforma del podio, y luego se marchó.

El COI decidió descalificarle, y su nombre fue borrado de la lista de medallistas de los Juegos, al tiempo que se le expulsó de la villa olímpica. De nada sirvieron las disculpas públicas de Samadov al día siguiente.

El salto con pértiga era una de las pruebas de atletismo con un pronóstico más claro, ya que el ucraniano Sergei Bubka había dominado de forma abrumadora durante la última década, batiendo unos 30 récords mundiales. Sin embargo pagó muy cara su "chulería". Se creía tan superior a los demás que no empezó a competir hasta que el listón estaba situado en 5'75m (para hacernos una idea, como el récord de España). Sin embargo falló en sus tres intentos sobre esta altura, quedando eliminado y yéndose de los Juegos sin haber hecho un solo salto válido...

La rusa Alina Ivanova fue la gran protagonista de los 10 kms marcha femeninos. En el transcurso de la prueba, Ivanova recibió tres advertencias por marcha irregular, lo que significaba su descalificación. Sin embargo ella decidió no darse por enterada y continuar la marcha, cruzando la línea de meta en primer lugar, como "vencedora virtual". La ganadora real fue la china Yueling Chen, quien se enteró de su victoria en el vestuario, cuando creía que solo había sido segunda. Chen se convirtió así en la primera mujer china que ganaba un oro olímpico en atletismo. Aunque luego se nacionalizó estadounidense...

La campeona olímpica de gimnasia Tatyana Gutsu no lo habría sido si los responsables del Equipo Unificado no hubieran ordenado a su compañera Rosa Galiyeva que "se lesionara". Debido a un fallo inicial en la competición por equipos, en principio Gutsu no debía participar en el concurso individual, pues solo pueden hacerlo un máximo de tres gimnastas de cada país, y ella era la cuarta.

Sin embargo Rosa Galiyeva, que era una de las finalistas, se "lesionó" antes de competir, y Gutsu ocupó su lugar. Compitiendo sin presión realizó brillantes ejercicios, y gracias a los fallos de las otras favoritas acabó llevándose la medalla de oro, contra todo pronóstico. Luego se supo que su compañera Rosa Galiyeva en realidad no estaba lesionada, sino que los responsables del Equipo Unificado urdieron la treta para que su plaza en la final fuera ocupada por Gutsu, a la que veían con más opciones.

En el equipo alemán de hockey sobre hierba que ganó la medalla de oro estaba Andreas Kéller, a quien esto de subir al podio le venía de familia. Su abuelo, Erwin Kéller, había conseguido la medalla de plata 56 años antes en Berlín 1936, y su padre, Carsten Kéller, obtuvo la de oro en Munich 1972.

En la prueba individual (skiff) de remo, la canadiense Silken Laumann era la gran favorita, ya que era campeona del mundo. Pero dos meses antes, mientras preparaba los Juegos en Alemania, sufrió un accidente al ser su bote embestido por otro más grande. Como consecuencia se fracturó una pierna y se desgarró varios músculos, afectándole incluso al sistema nervisoso. Sin embargo eso no le impidió acudir a Barcelona, donde participó con la pierna escayolada... y aun así ganó la medalla de bronce. Su historia fue argumento para un olvidable telefilm titulado Golden Will: The Silken Laumann Story (1996).

Un momento bastante dramático ocurrió en las semifinales de los 400 metros lisos masculinos, cuando el británico Derek Redmond se lesionó a mitad de la prueba. Mientras la asistencia médica iba hacia él, Derek luchaba por ponerse en pie. Llorando de forma desconsolada, quería llegar hasta la meta, aunque fuera a la pata coja. En ese momento un hombre robusto salió de las gradas, empujó a un lado al guardia de seguridad y corrió al lado de Derek. Al principio nadie sabía quien era, pero aquel hombre era Jim Redmond, su padre. "No tienes que hacer ésto", le dijo a su hijo. "Sí, tengo que hacerlo", dijo Derek. "Entonces, lo terminaremos juntos". Y así llegaron los dos hasta la meta, con Derek ayudado por su padre. Aquel día se ganó el corazón de millones de personas, más que si hubiera ganando la medalla de oro.

En la entrega de medallas de gimnasia rítmica la tercera clasificada Oksana Skaldina, de Ucrania, se negó a felicitar a la española Carolina Pascual, medallista de plata. Skaldina acusaba a las jueces de haberla perjudicado en las puntuaciones para favorecer a la española.

El participante más joven de los juegos fue un español... de solo 11 años. Carlos Front, nacido en 1980, era el timonel del barco a ocho español, y era el participante más jóven en unos Juegos desde el año 1900...



Ver también:

Juegos de Barcelona 92 - Parte 1

Juegos de Barcelona 92 - Parte 2

Juegos de Barcelona 92 - Parte 3