40 años sin Yuri Gagarin
27 de marzo de 2008
El 27 de marzo de 1968 un accidente aereo acabó con la vida del gran cosmonauta soviético Yuri Gagarin, el primer ser humano en viajar al espacio. Tenía sólo 34 años.
Gagarin representa los ideales comunistas de la Unión Soviética. Había nacido en la pequeño pueblo de Klushino (a unos 120 kms de Moscú) el 9 de marzo de 1934 y pertenecía a una familia humilde de trabajadores (de hecho él mismo ejerció como obrero metalúrgico en su juventud) que sufrieron mucho durante la ocupación nazi. Como era muy aficionado a los aviones, en 1955 el joven Gagarin ingresó en la Escuela Militar de Pilotos de Oremburgo. Allí conocería a Valentina (Valya) Goryacheva, la mujer con la que se casó en 1957.
Tras su graduación como piloto fue asignado a la base aerea de Luostari, cerca de la frontera con Noruega. Su vida daría un gran giro en 1959, cuando se presentó como voluntario para participar en el programa espacial soviético, que estaba dando sus primeros pasos. Tras un durísimo proceso de selección, y gracias a su inteligencia y a su esfuerzo, en 1960 fue elegido para realizar el primer vuelo espacial tripulado de la historia, en una misión llamada Vostok 1. Antes ya se habían efectuado vuelos similares, aunque ninguno con personas a bordo.
El histórico acontecimiento tuvo lugar el 12 de abril de 1961. Ese día, en el cosmódromo de Baikonur, en Kazajstán, Yuri Gagarin se introdujo en el interior de cápsula Golondrina, una pequeña esféra de dos toneladas y media de peso y de sólo 2.3 metros un diámetro, que apenas le dejaban espacio para moverse. De hecho Gagarin (cuyo nombre en clave durante la misión era Kedr, que significa cedro) era pequeño de estatura (sólo 1.57m), condición necesaria para adapatarse al habitáculo con normalidad. La Golondrina llevaba adosado un modulo de equipamientos, incluyendo radio y televisión para monitorizar las condiciones del cosmonauta.
Por otra parte, el cohete Vostok utilizado para enviar al primer hombre al espacio era una versión modificada de un misil balístico intercontinental, similar (aunque más potente) al que en 1957 había puesto en órbita el primer satélite artificial, el Sputnik.
El lanzamiento tuvo lugar a las 9:07 horas de la mañana. Catorce minutos después del despegue, cuando el azul del cielo quedaba atrás y la nave se adentraba en la oscuridad del espacio exterior, Gagarin comunicaba a la sala de control que todo era normal, y que la falta de gravedad no parecía producirle efectos secundarios. Tengamos en cuenta que antes de eso aun no se conocía con certeza cual podría ser el efecto de la ingravidez sobre los seres humanos, y no se descartaba incluso que pudiera desencadenar en el cosmonauta un estado de pánico que le hiciera perder el control sobre sus actos. Al final estos temores resultaron infundados, y en su lugar Gagarin pronunció una frase muy simple y bella que pasararía a la historia: "La Tierra es azul".
El vuelo consistió solamente en una órbita a la Tierra a una altitud máxima de de 302 km, y fue totalmente automático, es decir, con el panel de control bloqueado, aunque Gagarin poseía un sobre cerrado con el código numérico para el caso de que las cosas fueran mal y hubiera necesidad de tomar el control manual de la nave, una posibilidad que sólo se contemlaba como ultima opción.
En total el viaje duró 108 minutos, de los cuales 96 estuvo orbitando la Tierra a una velocidad media de 28.000 kilómetros por hora. Cuando el módulo se encontraba sobre la vertical de África, se encendieron los retro-motores para emprender el camino de regreso, sin duda el momento más delicado y peligroso de la misión. En dos de las cinco pruebas efectuadas, los motores no habían funcionado correctamente, por lo que cualquier cosa podía ocurrir en una reentrada atmosférica a 27.000 kilómetros por hora en la que la cápsula alcanzaría una temperatura de unos 1.000 grados centígrados en su exterior. Mientras atravesaba la atmósfera, Gagarin pudo observar las llamas que salían del Vostok, al tiempo que su peso se multiplicaba por diez...
Una vez superada con éxito esta fase, tampoco el aterrizaje iba a ser ni mucho menos sencillo. Los mecanismos para frenar un vehículo con paracaídas no se hallaban aun perfeccionados y se prefirió no correr el riesgo de que el cosmonauta tocara suelo dentro del vehículo. Por eso, una vez atravezadas las capas más altas y menos densas de la atmósfera, Gagarin fue eyectado de la cápsula cuando aún se encontraba a 7.000 metros del suelo, completando el descenso en paracaídas. Éste funcionó con normalidad, y el hombre "que más cerca había estado de las estrellas" aterrizó sano y salvo al cabo de una hora y 48 minutos de su salida en la región de Saratov, a orillas del Volga.
"No tengan miedo. Soy uno de los nuestros. Soy un soviético que ha descendido del espacio y tengo que encontrar un teléfono para llamar a Moscú". El primer cosmonauta intentó así tranquilizar a su improvisado comité de bienvenida. Eran dos mujeres campesinas de las inmediaciones de la ciudad de Engels, atónitas ante la súbita aparición de un paracaidista ataviado con una escafandra. Gagarin acababa de entrar en la Historia con mayúsculas.
Se le dio una recepción especial, y fue considerado como un heroe nacional de la Unión Soviética. El momento tan esperado se había hecho realidad. "Rusia ha puesto a un hombre en órbita", decían los periódicos al día siguiente. En su nota oficial, el Kremlim señalaba: "Con felicidad y merecido orgullo, el Comité Central del Partido Comunista, el Soviet Supremo de la URSS y el Gobierno soviético destacan que esta nueva era para la Humanidad comenzó en nuestra patria, país donde triunfó el socialismo".
Para la mayoría de los ciudadanos soviéticos, este vuelo espacial significaba trascender lo común y ordinario, y simbolizaba la materialización de un sueño. Si se podía volar al espacio, también sería posible construir una sociedad solidaria y próspera. Las palabras que pronunció Gagarin poco después de regresar a la Tierra resonaron por largo tiempo: "Estoy inmensamente feliz de que mi querida patria lograra hacer este vuelo antes que ninguna otra nación. Fuimos los primeros en salir al Espacio". Luego, Gagarin viajó por todo el mundo, siendo recibido con gran entusiasmo en lugares como Francia, Gran Bretaña, Japón o Cuba.
En los dos años siguientes, la Unión Soviética llevó a cabo otras cinco misiones Vostok que colocaron a otros tantos cosmonautas en órbita alrededor de la Tierra, entre ellos la primera mujer en viajar al espacio, Valentina Tereshkova.
La vida de Yuri Gagarin se truncó de manera inesperada el 27 de marzo de 1968, cuando preparaba una nueva misión. El avión MiG-15 en el que viajaba junto con el instructor Vladimir Seregin se estrelló por causas inciertas en las proximidades de la ciudad de Kirzhach (unos 110 kms al Este de Moscú). Gagarin, que tenía 34 años, fue enterrado como un héroe nacional junto a una de las paredes del Kremlin. Además de su esposa Valya, dejó también a dos hijas, Dalya y Lena.
Yuri Gagarin fue una gran persona y gran socialista soviético. El primer vuelo espacial marcó la transición hacia una sociedad post-industrial y se convirtió en un símbolo del progreso técnico y científico de los seres humanos en este mundo. Inició un camino, el de la exploración espacial, del que las mejores etapas aun están por recorrer.
Enlaces:
El día que el hombre salió de la Tierra
13 de abril de 1961, Una odisea en el espacio
El primer hombre en el espacio
Yuri Gagarin, The first man performed the space flight
Escuchando When you don’t see me, Sisters of Mercy
Gagarin representa los ideales comunistas de la Unión Soviética. Había nacido en la pequeño pueblo de Klushino (a unos 120 kms de Moscú) el 9 de marzo de 1934 y pertenecía a una familia humilde de trabajadores (de hecho él mismo ejerció como obrero metalúrgico en su juventud) que sufrieron mucho durante la ocupación nazi. Como era muy aficionado a los aviones, en 1955 el joven Gagarin ingresó en la Escuela Militar de Pilotos de Oremburgo. Allí conocería a Valentina (Valya) Goryacheva, la mujer con la que se casó en 1957.
Yuri Gagarin y su esposa Valya
Tras su graduación como piloto fue asignado a la base aerea de Luostari, cerca de la frontera con Noruega. Su vida daría un gran giro en 1959, cuando se presentó como voluntario para participar en el programa espacial soviético, que estaba dando sus primeros pasos. Tras un durísimo proceso de selección, y gracias a su inteligencia y a su esfuerzo, en 1960 fue elegido para realizar el primer vuelo espacial tripulado de la historia, en una misión llamada Vostok 1. Antes ya se habían efectuado vuelos similares, aunque ninguno con personas a bordo.
El histórico acontecimiento tuvo lugar el 12 de abril de 1961. Ese día, en el cosmódromo de Baikonur, en Kazajstán, Yuri Gagarin se introdujo en el interior de cápsula Golondrina, una pequeña esféra de dos toneladas y media de peso y de sólo 2.3 metros un diámetro, que apenas le dejaban espacio para moverse. De hecho Gagarin (cuyo nombre en clave durante la misión era Kedr, que significa cedro) era pequeño de estatura (sólo 1.57m), condición necesaria para adapatarse al habitáculo con normalidad. La Golondrina llevaba adosado un modulo de equipamientos, incluyendo radio y televisión para monitorizar las condiciones del cosmonauta.
Por otra parte, el cohete Vostok utilizado para enviar al primer hombre al espacio era una versión modificada de un misil balístico intercontinental, similar (aunque más potente) al que en 1957 había puesto en órbita el primer satélite artificial, el Sputnik.
La Vostok 1 despegando de Baikonur (13 marzo 1961)
La Golondrina y el traje espacial usado por Yuri Gagarin
Trayectoria de la Vostok 1 durante el primer vuelo espacial
El lanzamiento tuvo lugar a las 9:07 horas de la mañana. Catorce minutos después del despegue, cuando el azul del cielo quedaba atrás y la nave se adentraba en la oscuridad del espacio exterior, Gagarin comunicaba a la sala de control que todo era normal, y que la falta de gravedad no parecía producirle efectos secundarios. Tengamos en cuenta que antes de eso aun no se conocía con certeza cual podría ser el efecto de la ingravidez sobre los seres humanos, y no se descartaba incluso que pudiera desencadenar en el cosmonauta un estado de pánico que le hiciera perder el control sobre sus actos. Al final estos temores resultaron infundados, y en su lugar Gagarin pronunció una frase muy simple y bella que pasararía a la historia: "La Tierra es azul".
El vuelo consistió solamente en una órbita a la Tierra a una altitud máxima de de 302 km, y fue totalmente automático, es decir, con el panel de control bloqueado, aunque Gagarin poseía un sobre cerrado con el código numérico para el caso de que las cosas fueran mal y hubiera necesidad de tomar el control manual de la nave, una posibilidad que sólo se contemlaba como ultima opción.
En total el viaje duró 108 minutos, de los cuales 96 estuvo orbitando la Tierra a una velocidad media de 28.000 kilómetros por hora. Cuando el módulo se encontraba sobre la vertical de África, se encendieron los retro-motores para emprender el camino de regreso, sin duda el momento más delicado y peligroso de la misión. En dos de las cinco pruebas efectuadas, los motores no habían funcionado correctamente, por lo que cualquier cosa podía ocurrir en una reentrada atmosférica a 27.000 kilómetros por hora en la que la cápsula alcanzaría una temperatura de unos 1.000 grados centígrados en su exterior. Mientras atravesaba la atmósfera, Gagarin pudo observar las llamas que salían del Vostok, al tiempo que su peso se multiplicaba por diez...
Yuri Gagarin, el primer cosmonauta en el espacio
Una vez superada con éxito esta fase, tampoco el aterrizaje iba a ser ni mucho menos sencillo. Los mecanismos para frenar un vehículo con paracaídas no se hallaban aun perfeccionados y se prefirió no correr el riesgo de que el cosmonauta tocara suelo dentro del vehículo. Por eso, una vez atravezadas las capas más altas y menos densas de la atmósfera, Gagarin fue eyectado de la cápsula cuando aún se encontraba a 7.000 metros del suelo, completando el descenso en paracaídas. Éste funcionó con normalidad, y el hombre "que más cerca había estado de las estrellas" aterrizó sano y salvo al cabo de una hora y 48 minutos de su salida en la región de Saratov, a orillas del Volga.
"No tengan miedo. Soy uno de los nuestros. Soy un soviético que ha descendido del espacio y tengo que encontrar un teléfono para llamar a Moscú". El primer cosmonauta intentó así tranquilizar a su improvisado comité de bienvenida. Eran dos mujeres campesinas de las inmediaciones de la ciudad de Engels, atónitas ante la súbita aparición de un paracaidista ataviado con una escafandra. Gagarin acababa de entrar en la Historia con mayúsculas.
Yuri Gagarin junto a unos admiradores
Estatua dedicada a Yuri Gagarin en Moscú
Se le dio una recepción especial, y fue considerado como un heroe nacional de la Unión Soviética. El momento tan esperado se había hecho realidad. "Rusia ha puesto a un hombre en órbita", decían los periódicos al día siguiente. En su nota oficial, el Kremlim señalaba: "Con felicidad y merecido orgullo, el Comité Central del Partido Comunista, el Soviet Supremo de la URSS y el Gobierno soviético destacan que esta nueva era para la Humanidad comenzó en nuestra patria, país donde triunfó el socialismo".
Para la mayoría de los ciudadanos soviéticos, este vuelo espacial significaba trascender lo común y ordinario, y simbolizaba la materialización de un sueño. Si se podía volar al espacio, también sería posible construir una sociedad solidaria y próspera. Las palabras que pronunció Gagarin poco después de regresar a la Tierra resonaron por largo tiempo: "Estoy inmensamente feliz de que mi querida patria lograra hacer este vuelo antes que ninguna otra nación. Fuimos los primeros en salir al Espacio". Luego, Gagarin viajó por todo el mundo, siendo recibido con gran entusiasmo en lugares como Francia, Gran Bretaña, Japón o Cuba.
En los dos años siguientes, la Unión Soviética llevó a cabo otras cinco misiones Vostok que colocaron a otros tantos cosmonautas en órbita alrededor de la Tierra, entre ellos la primera mujer en viajar al espacio, Valentina Tereshkova.
Funeral de Yuri Gagarin (Moscú, 1968)
La vida de Yuri Gagarin se truncó de manera inesperada el 27 de marzo de 1968, cuando preparaba una nueva misión. El avión MiG-15 en el que viajaba junto con el instructor Vladimir Seregin se estrelló por causas inciertas en las proximidades de la ciudad de Kirzhach (unos 110 kms al Este de Moscú). Gagarin, que tenía 34 años, fue enterrado como un héroe nacional junto a una de las paredes del Kremlin. Además de su esposa Valya, dejó también a dos hijas, Dalya y Lena.
Yuri Gagarin fue una gran persona y gran socialista soviético. El primer vuelo espacial marcó la transición hacia una sociedad post-industrial y se convirtió en un símbolo del progreso técnico y científico de los seres humanos en este mundo. Inició un camino, el de la exploración espacial, del que las mejores etapas aun están por recorrer.
Enlaces:
Escuchando When you don’t see me, Sisters of Mercy
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