40 años sin Yuri Gagarin

27 de marzo de 2008


Yuri Gagarin (1934-1968)

El 27 de marzo de 1968 un accidente aereo acabó con la vida del gran cosmonauta soviético Yuri Gagarin, el primer ser humano en viajar al espacio. Tenía sólo 34 años.

Gagarin representa los ideales comunistas de la Unión Soviética. Había nacido en la pequeño pueblo de Klushino (a unos 120 kms de Moscú) el 9 de marzo de 1934 y pertenecía a una familia humilde de trabajadores (de hecho él mismo ejerció como obrero metalúrgico en su juventud) que sufrieron mucho durante la ocupación nazi. Como era muy aficionado a los aviones, en 1955 el joven Gagarin ingresó en la Escuela Militar de Pilotos de Oremburgo. Allí conocería a Valentina (Valya) Goryacheva, la mujer con la que se casó en 1957.


Yuri Gagarin y su esposa Valya
Yuri Gagarin y su esposa Valya



Tras su graduación como piloto fue asignado a la base aerea de Luostari, cerca de la frontera con Noruega. Su vida daría un gran giro en 1959, cuando se presentó como voluntario para participar en el programa espacial soviético, que estaba dando sus primeros pasos. Tras un durísimo proceso de selección, y gracias a su inteligencia y a su esfuerzo, en 1960 fue elegido para realizar el primer vuelo espacial tripulado de la historia, en una misión llamada Vostok 1. Antes ya se habían efectuado vuelos similares, aunque ninguno con personas a bordo.

El histórico acontecimiento tuvo lugar el 12 de abril de 1961. Ese día, en el cosmódromo de Baikonur, en Kazajstán, Yuri Gagarin se introdujo en el interior de cápsula Golondrina, una pequeña esféra de dos toneladas y media de peso y de sólo 2.3 metros un diámetro, que apenas le dejaban espacio para moverse. De hecho Gagarin (cuyo nombre en clave durante la misión era Kedr, que significa cedro) era pequeño de estatura (sólo 1.57m), condición necesaria para adapatarse al habitáculo con normalidad. La Golondrina llevaba adosado un modulo de equipamientos, incluyendo radio y televisión para monitorizar las condiciones del cosmonauta.

Por otra parte, el cohete Vostok utilizado para enviar al primer hombre al espacio era una versión modificada de un misil balístico intercontinental, similar (aunque más potente) al que en 1957 había puesto en órbita el primer satélite artificial, el Sputnik.


Yuri Gagarin - Vostok 1
La Vostok 1 despegando de Baikonur (13 marzo 1961)


Yuri Gagarin - Vostok 1
La Golondrina y el traje espacial usado por Yuri Gagarin


Yuri Gagarin - Orbita Realizada
Trayectoria de la Vostok 1 durante el primer vuelo espacial



El lanzamiento tuvo lugar a las 9:07 horas de la mañana. Catorce minutos después del despegue, cuando el azul del cielo quedaba atrás y la nave se adentraba en la oscuridad del espacio exterior, Gagarin comunicaba a la sala de control que todo era normal, y que la falta de gravedad no parecía producirle efectos secundarios. Tengamos en cuenta que antes de eso aun no se conocía con certeza cual podría ser el efecto de la ingravidez sobre los seres humanos, y no se descartaba incluso que pudiera desencadenar en el cosmonauta un estado de pánico que le hiciera perder el control sobre sus actos. Al final estos temores resultaron infundados, y en su lugar Gagarin pronunció una frase muy simple y bella que pasararía a la historia: "La Tierra es azul".

El vuelo consistió solamente en una órbita a la Tierra a una altitud máxima de de 302 km, y fue totalmente automático, es decir, con el panel de control bloqueado, aunque Gagarin poseía un sobre cerrado con el código numérico para el caso de que las cosas fueran mal y hubiera necesidad de tomar el control manual de la nave, una posibilidad que sólo se contemlaba como ultima opción.

En total el viaje duró 108 minutos, de los cuales 96 estuvo orbitando la Tierra a una velocidad media de 28.000 kilómetros por hora. Cuando el módulo se encontraba sobre la vertical de África, se encendieron los retro-motores para emprender el camino de regreso, sin duda el momento más delicado y peligroso de la misión. En dos de las cinco pruebas efectuadas, los motores no habían funcionado correctamente, por lo que cualquier cosa podía ocurrir en una reentrada atmosférica a 27.000 kilómetros por hora en la que la cápsula alcanzaría una temperatura de unos 1.000 grados centígrados en su exterior. Mientras atravesaba la atmósfera, Gagarin pudo observar las llamas que salían del Vostok, al tiempo que su peso se multiplicaba por diez...


Yuri Gagarin
Yuri Gagarin, el primer cosmonauta en el espacio



Una vez superada con éxito esta fase, tampoco el aterrizaje iba a ser ni mucho menos sencillo. Los mecanismos para frenar un vehículo con paracaídas no se hallaban aun perfeccionados y se prefirió no correr el riesgo de que el cosmonauta tocara suelo dentro del vehículo. Por eso, una vez atravezadas las capas más altas y menos densas de la atmósfera, Gagarin fue eyectado de la cápsula cuando aún se encontraba a 7.000 metros del suelo, completando el descenso en paracaídas. Éste funcionó con normalidad, y el hombre "que más cerca había estado de las estrellas" aterrizó sano y salvo al cabo de una hora y 48 minutos de su salida en la región de Saratov, a orillas del Volga.

"No tengan miedo. Soy uno de los nuestros. Soy un soviético que ha descendido del espacio y tengo que encontrar un teléfono para llamar a Moscú". El primer cosmonauta intentó así tranquilizar a su improvisado comité de bienvenida. Eran dos mujeres campesinas de las inmediaciones de la ciudad de Engels, atónitas ante la súbita aparición de un paracaidista ataviado con una escafandra. Gagarin acababa de entrar en la Historia con mayúsculas.


Yuri Gagarin
Yuri Gagarin junto a unos admiradores


Yuri Gagarin
Estatua dedicada a Yuri Gagarin en Moscú



Se le dio una recepción especial, y fue considerado como un heroe nacional de la Unión Soviética. El momento tan esperado se había hecho realidad. "Rusia ha puesto a un hombre en órbita", decían los periódicos al día siguiente. En su nota oficial, el Kremlim señalaba: "Con felicidad y merecido orgullo, el Comité Central del Partido Comunista, el Soviet Supremo de la URSS y el Gobierno soviético destacan que esta nueva era para la Humanidad comenzó en nuestra patria, país donde triunfó el socialismo".

Para la mayoría de los ciudadanos soviéticos, este vuelo espacial significaba trascender lo común y ordinario, y simbolizaba la materialización de un sueño. Si se podía volar al espacio, también sería posible construir una sociedad solidaria y próspera. Las palabras que pronunció Gagarin poco después de regresar a la Tierra resonaron por largo tiempo: "Estoy inmensamente feliz de que mi querida patria lograra hacer este vuelo antes que ninguna otra nación. Fuimos los primeros en salir al Espacio". Luego, Gagarin viajó por todo el mundo, siendo recibido con gran entusiasmo en lugares como Francia, Gran Bretaña, Japón o Cuba.

En los dos años siguientes, la Unión Soviética llevó a cabo otras cinco misiones Vostok que colocaron a otros tantos cosmonautas en órbita alrededor de la Tierra, entre ellos la primera mujer en viajar al espacio, Valentina Tereshkova.


Funeral de Yuri Gagarin
Funeral de Yuri Gagarin (Moscú, 1968)



La vida de Yuri Gagarin se truncó de manera inesperada el 27 de marzo de 1968, cuando preparaba una nueva misión. El avión MiG-15 en el que viajaba junto con el instructor Vladimir Seregin se estrelló por causas inciertas en las proximidades de la ciudad de Kirzhach (unos 110 kms al Este de Moscú). Gagarin, que tenía 34 años, fue enterrado como un héroe nacional junto a una de las paredes del Kremlin. Además de su esposa Valya, dejó también a dos hijas, Dalya y Lena.

Yuri Gagarin fue una gran persona y gran socialista soviético. El primer vuelo espacial marcó la transición hacia una sociedad post-industrial y se convirtió en un símbolo del progreso técnico y científico de los seres humanos en este mundo. Inició un camino, el de la exploración espacial, del que las mejores etapas aun están por recorrer.



Enlaces:

  • El día que el hombre salió de la Tierra
  • 13 de abril de 1961, Una odisea en el espacio
  • El primer hombre en el espacio
  • Yuri Gagarin, The first man performed the space flight



    Escuchando When you don’t see me, Sisters of Mercy


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    Galina Ulánova, la mayor gloria del ballet soviético

    21 de marzo de 2008


    Galina Ulánova, Giselle

    Galina Ulánova interpretando a Giselle



    Hoy se cumplen diez años de la muerte de una de las más grandes artistas del siglo XX, la bailarina rusa Galina Ulánova (1910-1998).

    Nacida en San Petersburgo (luego llamada Leningrado) e hija de bailarines, Ulánova se formó en el Instituto del Teatro de esta ciudad, donde sus padres eran además profesores. A los 19 años ingresó en el Ballet Kirov, donde en poco tiempo se haría famosa interpretando papeles como la María en La fuente de Bakhchisarai (basada en un poema de Pushkin), la Princesa Odette en El Lago de los cisnes de Tchaikovsky, o la Julieta en la primera versión que se hizo de la partitura de Prokofiev, llevada a cabo por el genial coreógrafo Leonid Lavrovsky en 1940.

    A partir de 1944 pasó al Teatro Bolshoi de Moscú como primera bailarina, en un acuerdo institucional sin precedentes en el que un gran teatro nacional soviético cedía a otro una bailarina de prestigio. Sus amplios recursos líricos y dramáticos dieron a Ulánova una gran popularidad, dentro y fuera de la Unión Soviética. Sus actuaciones en los teatros de ciudades como Londres, Roma, Viena o Nueva York causaron la admiración de todos los aficionados, y muchos la consideraban la mejor bailarina de su tiempo.


    Galina Ulánova, Romeo y Julieta
    Galina Ulánova en Romeo y Julieta



    Además de sus grandes cualidades técnicas, Ulánova sabía dotar a sus movimientos de un sentido dramático, y su imagen dulce y muy femenina la ayudaban a proyectar el alma de sus personajes. Quizá su interpretación más recordada fue el Romeo y Julieta con el que en 1956 se presentó en el Royal Opera House de Londres, obteniendo un éxito clamoroso que la hizo famosa en el mundo entero. Destacaron también sus papeles en otras famosas obras como La Cenicienta, Giselle, La flor roja, etc

    Tras su retirada de los escenarios en 1962, continuó trabando como profesora del Teatro Bolshoi durante más de treinta años, formando a los más talentosos bailarines rusos. Entre sus discípulos destacan nombres como Vladimir Vasiliev, Ekaterina Maximova o Nina Timofeyeva.

    Galina Ulánova era un orgullo para todos los soviéticos, y recibió numerosos premios y reconocimientos, como el Premio Artista del Pueblo de la URSS (1951) o la Orden de Lenin (1974). Hay que tener en cuenta que en la Unión Soviética los espectáculos de danza eran accesibles a todos los ciudadanos, ya que la ley establecía precios populares mínimos y era gratis para héroes de guerra, jubilados y estudiantes de música. Desde sus comienzos, Ulánova hizo de catalizadora y puente en la histórica rivalidad balletística entre Leningrado y Moscú, demostrando que, aunque con distintos matices, el ballet soviético era uno sólo.


    Galina Ulánova



    Enlaces:

  • Biogafía de Galina Ulánova
  • Galina Ulánova, La leyenda soviética



    Escuchando Tears Dry On Their Own, Amy Winehouse


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    Félix Savón, los puños de la Revolución

    3 de marzo de 2008


    Félix Savón

    El boxeo es un deporte brutal en el que resulta difícil disimular la realidad de la vida. Si tuviera que elegir un boxeador, me quedaría sin duda con el cubano Félix Savón. Nadie como él representa mejor las virtudes del deporte, del esfuerzo personal y del amor a su país. Durante casi dos décadas, Savón peleó por Cuba, a la que dio triunfos y gloria, sin esperar más recompensa que la gratitud de su gente y el orgullo de pertenecer a una patria socialista.

    Félix Savón Fabré nació en el pequeño poblado de San Vicente (Guantánamo) el 22 de septiembre de 1967. Como la mayoría de los niños cubanos, era muy aficionado a practicar deportes, e incluso llegó a destacar como velocista antes de decantarse por el boxeo. A su madre Emelina no le hizo mucha gracia enterarse de que a su hijo le iba eso de intercambiar golpes con otros chicos, pero Félix tenía muy clara su vocación.

    Su triunfo en Juegos Nacionales Escolares de 1981 le permitió acceder a la Escuela Superior de Perfeccionamiento Atlético (ESPA) de La Habana, una verdadera Universidad del deporte que durante décadas ha formado a decenas de campeones cubanos en las más variadas disciplinas. A Savón le dolió tener que alejarse de su familia, pero sabía que era necesario si quería triunfar y seguir los pasos del gran Teófilo Stevenson, el más grande púgil cubano de la historia, quien fue campeón olímpico tres veces entre 1972 y 1980, y a quien todos los jóvenes querían parecerse.

    Los progresos de Savón fueros rápidos, y se destacó ganando el campeonato nacional juvenil en 1983 y 1984. Tras participar con éxito en varios torneos internacionales, el legendario entrenador Alcides Segarra le seleccionó para el equipo nacional cubano. Tenía 17 años.



    Félix Savón - Reno 1986
    Félix Savón, campeón mundial en Reno 1986



    Campeón olímpico y mundial



    En 1985 obtuvó el título de campeón mundial juvenil en Bucarest. Su consagración definitiva llegó al año siguente cuando logra en Reno (Nevada, EEUU) su primer título de campeón mundial amateur en la categoría de menos de 91 kg, derrotando en la final al holandés Arnold Vanderlijde. A lo largo de su carrera lograría ser campeón mundial en cinco ocasiones más. En esos mismos campeonatos de Reno se despedía del deporte activo el gran Teófilo Stevenson con un nuevo título en la categoría superior de más de 91 kg. Así pues, el relevo estaba tomado y el joven Savón se convertía en la gran esperanza del boxeo cubano para los años siguientes.

    Y ciertamente no decepcionó. En 1987 logró otro éxito con el oro en los Juegos Panamericanos de Indianápolis. En 1988 era el gran favorito para alzarse con el oro en los Juegos Olímpicos de Seúl, pero Cuba decidió no tomar parte es esa cita en solidaridad con Corea del Norte, país excluido de la organización de los Juegos. El campeón en Seúl sería el estadounidense Ray Mercer, futuro campeón profesional y a quien Savón había derrotado ese mismo año en un combate celebrado en Atlantic City.

    Siguieron los éxitos. Fue campeón mundial por segunda vez en Moscú 1989, campeón en los Juegos de la Buena Voluntad de Seattle 1990, campeón mundial por tercera vez en Sydney 1991, y ese mismo año campeón en los Juegos Panamericanos de La Habana. Durante todo ese tiempo Savón permació imbatido dentro y fuera de su país.



    Félix Savón - Barcelona 1992
    Félix Savón en los Juegos de Barcelona 1992



    Por fin, en 1992 llegaron los Juegos Olímpicos de Barcelona, inolvidables para los españoles... y también para los cubanos, que presentaron uno de los mejores planteles de boxeadores que se hayan visto nunca, logrando el oro en siete de las doce categorías del boxeo olímpico. Junto a Savón destacaron púgiles como el inolvidable Roberto Balado (tristemente fallecido en un accidente de tráfico en 1994), Ariel Hernandez, Juan Lemus, Joel Casamayor o Rogelio Marcelo. Nunca se había visto a un país dominar con tanta claridad en este deporte.

    Felix Savón ganó el oro en Barcelona apabullando a todos sus rivales, incluido el nigeriano David Izonritei en la final por un marcador de 14-2... lo que habla bien a las claras. Sólo el estadounidense Danell Nicholson pareció tener alguna opción frente a él en el combate de cuartos de final. Pero superado este escollo, Savón no tuvo piedad de sus adversarios y se alzó sin problemas con el primero de sus tres títulos olimpicos consecutivos.



    Savón no pelea por dinero



    Aunque ya antes había recibido suculentas ofertas para pasarse al boxeo profesional, su triunfo en los Juegos de Barcelona hizo que los promotores más importantes de Estados Unidos se lanzaran a la caza y captura del púgil guantanamero, a quien veían como una mina de oro capaz de pelear con los grandes campeones profesionales de los pesos pesados.

    Le ofrecían todo lo que quisiera: millones de dólares, casas, coches, todo tipo de lujos para él y su familia. En diciembre de 1993 un emisario de los promotores estadounidenses le ofrece a Savón un contrato de diez millones de dólares para pasar al profesionalismo y disputar el campeonato mundial con Evander Holyfield, ¿quién podría rechazar algo así?

    Pues Félix Savón ni siquiera titubeó antes de responder de esta forma:

    "El dinero no me interesa, porque no lo es todo en la vida. Me gusta, no lo niego, pero más me satisface boxear para representar a mi país, a mi patria y a mis hijos. A veces los que ceden a estas ofertas se hacen millonarios, pero no son felices y nunca lo serán, porque viven lejos de su casa, de su país y no tienen a nadie que los ame. Yo, en Cuba, soy millonario de amor"

    Los yanquis no lo compredían. Acostumbrados como están a comprarlo todo con dinero, no entraba en sus esquemas que alguien valorara más a su patria, a su gente y a la Revolución que a los millones que le podían ofrecer.

    Un artículo del Atlanta Journal (julio de 1994) decía: "Cómo vive Savón y cómo podría vivir... Si el campeón cubano desertara para convertirse en profesional, inmediatamente tendría en sus manos un contrato con siete números, como por ejemplo ocurrió con Evander Holyfield, Oscar de la Hoya y otros medallistas olímpicos"

    Otros eran más agresivos: "Savón está loco... ha leído demasiada propaganda comunista" (Boston Globe, diciembre de 1993)

    Enm 1995 alguién le preguntó si no le gustaría enfrentarse a Mike Tyson, quien por entonces regresaba a los rings tras salir de la cárcel. Savón contestó con toda naturalidad: "Creo que eso no se dará, entre otras cosas por las reglas del boxeo aficionado. Pero si se logra, bienvenido, es cosa de los norteamericanos. Ganaría el mejor. Seguro habría algunas bocas partidas y ojos hinchados"

    Su concepto del boxeo estaba muy alejado de los tejemanejes multimillonarios entre los mafiosos que controlan este deporte en Estados Unidos. A pesar del dinero que ganan, el deportista casi siempre sale perdiendo. La mayoría acaban arruinados, con la salud destrozada y dándose a las drogas.

    "Yo sé que Cuba es un país pobre, pero me siento bien con el cariño de mi pueblo al que no puedo defraudar... Yo me conformo con ganar mundiales y olimpiadas. No me interesa el profesionalismo, porque además considero que los boxeadores son explotados y dañados en su salud. Hay demasiada comercialización. Yo adoro el boxeo, el deporte y mi país, me gusta ser famoso y ser admirado, y trataré de llegar a las olimpíadas de Sydney 2000 para igualar los galardones olímpicos de Stevenson"



    Atlanta 1996, campeón olímpico por segunda vez



    En los siguientes años Félix Savón continuó dominando en el boxeo amateur. Quedó campeón mundial nuevamente en 1993 en Tampere (Finlandia) y en 1995 en Berlín. En ese año también ganó su tecer oro consecutivo en los Juegos Panamericanos, celebrados esta vez en Mar del Plata (Argentina).



    Félix Savón - Atlanta 1996
    Félix Savón en los Juegos de Atlanta 1996



    Era por lo tanto el claro favorito para revalidar su título olímpico en los Juegos de Atlanta 1996. Su camino hacia la medalla de oro fue relativamente sencillo, pasando rondas hasta derrotar en la final al canadiense de origen nigeriano David Defiagbon por un contundente 20-2. El pobre Defiagbon se pasó toda la pelea intentando protegerse de las violentas acometidas del Savón, que apenas sintió los puños de su rival.

    Sin llegar al nivel de Barcelona '92, el boxeo cubano demostró en Atlanta su gran potencial, obteniendo una cosecha de cuatro medallas de oro y tres de plata. En cambio los púgiles del país organizador fracasaron claramente, ya que sólo lograron un título.

    Tras más de diez años de reinado, en 1997 Savón se mostró vulnerable por primera vez. Fue derrotado en los campeonatos nacionales por Juan Delís Causse y en los mundiales de Budapest por el uzbeco Ruslan Chagaev. Parecía que al púgil cubano le estaba llegando la hora de decir adiós.

    Pero pronto se demostró que era una falsa alarma, y que Savón seguía siendo mucho Savón. Además, la Federación Internacional desposeyó del título mundial a Chagaev por haber violado su status amateur, ya que había hecho dos combates profesionales en los Estados Unidos. De esta forma Felix Savón se hacía con su sexto título mundial, que a la postre sería el último.

    En 1998 triunfó en Nueva York en los Juegos de la Buena Voluntad, donde se permitió el lujo de humillar en la final al púgil local DaVarryl Williamson, noqueándolo de manera fulminante... en sólo 55 segundos. Williamson dijo antes del combate que iba a demostrar que Savón no era invencible. Después de la pelea, la prensa local acotó: "Savón no es invencible... pero es peligroso"

    Uno de los episodios más desagradables y bochornosos de la historia reciente del boxeo amateur tuvo lugar en los campeonatos mundiales de 1999 celebrados en Houston (Texas). Si ya desde hacía años era patente la corrupción arbitral en este deporte, en Houston los repetidos despojos de victorias a los púgiles cubanos alcanzaron extremos delirantes. Por esta razón, tras una increíble decisión contra el cubano Juan Hernández Sierra en la final de los welters, la delegación cubana decidió retirar a todo su equipo del mundial.

    A causa de esto Felix Savón, que estaba clasificado para la final de su categoría, no pudo pelear frente al púgil local Michael Bennett por el que hubiera sido su séptimo título mundial consecutivo. La dignidad de Cuba estaba por encima de cualquier egoísmo individual.



    Sydney 2000, Savón entra en la leyenda



    Antes de los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 existían serias dudas sobre el desempeño de Savón, ya que había sido derrotado en los campeonatos nacionales por Odlanier Solís y no eran pocos los que apostaban por alguien más joven para representar a Cuba en los Juegos. Pero los entrenadores finalmente le dieron el voto de confianza, y a la vista del resultado podemos decir que acertaron plenamente.

    En Sydney, Savón fue designado para llevar la bandera cubana en la ceremonia inaugural, un gran honor para cualquier deportista. Era además la gran atracción del boxeo, ya que aspiraba a convertirse en el tercer boxeador de la historia en ganar tres medallas de oro en tres juegos consecutivos. Los otros eran el húngaro László Papp y el cubano Teófilo Stevenson, el gran mito del boxeo cubano.



    Félix Savón - Sydney 2000
    Félix Savón - Sydney 2000
    Félix Savón - Sydney 2000
    Félix Savón en los Juegos de Sydney 2000



    En la ciudad austral Savón fue derrotando fácilmente a sus rivales, incluyendo al estadounidense Michael Bennett, a quien los medios daban como favorito, en segunda ronda. Por fin, en la final celebrada el 30 de septiembre se tuvo que ver las caras con un adversario temible, el ruso Sultan Ibragimov. El combate por la medalla de oro fue de gran calidad, con el ruso atacando muy duro desde el inicio, y llegando a abrir una brecha en el ojo izquierdo de Savón. A pesar del contratiempo, el fuerte caracter y determinación del cubano le hicieron crecerse ante la adversidad y acabó llevandose el combate por 21-13

    Todavía algunos despistados seguían preguntándose si no sería este el momento en el que Savón, ya sin nada que demostrar en el boxeo olímpico, desertaría para irse a pelear por dinero. Por supuesto él cortó de raíz cualquier especulación.

    A su regreso a La Habana, el ya tricampeón olímpico fue recibido como un heroe nacional. El Presidente de Cuba Fidel Castro le definió como "un gran Héroe de la Revolución".



    Retirada



    Tras 15 años peleándo en los rings de medio mundo, Félix Savón tenía las manos destrozadas y el cansancio le hacía mella. Además, según la normativa que rige en el boxeo amateur, la edad máxima permitida para los competidores es de 34 años. En enero de 2001 anunciaba públicamente y ante las cámaras de televisión su retirada definitiva. Nada más podía conseguir, porque lo había logrado todo: tres oros olímpicos, seis títulos mundiales, tres panamericanos y un palmarés de 358 victorias por tan sólo 17 derrotas.

    Bueno, algo le quedaba, y ese algo llegó cuando el Presidente del Comité Olímpico Internacional Juan Antonio Samaranch le entregó en julio de 2001 en Moscú la Orden Olímpica de Oro, la máxima distinción que concede este organismo y uno de los mayores honores que puede corresponder a un deportista. No sólo se reconocía su impecable trayectoria deportiva, sino también unas cualidades humanas fuera de lo común.



    Félix Savón y Fidel Castro
    Félix Savón en un acto junto a Fidel Castro (abril de 2001)



    Felix Savón pudo tener todo aquello con lo que la mayoría de las personas sueñan. De haber aceptado cualquiera de las ofertas que recibió viviría hoy en una gran mansión rodeado de todos los lujos imaginables. En lugar de eso vive en una sencilla vivienda del barrio Fontanar, al norte de La Habana, junto a su esposa María y sus cinco hijos. Es entrenador del equipo cubano de boxeo y jamás se ha arrepentido de su decisión. Quienes le visitan en su casa pueden admirar una gran colección de trofeos y medallas logrados a lo largo de veinte años de carrera. Y al lado, una foto suya junto a Fidel Castro.



    Enlaces:

  • Wikipedia - Félix Savón
  • Félix Savón Fabre: puños azucarados
  • Felix Savón, Three-Time Heavyweight Boxing Champion



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