Vladimir Salnikov, una leyenda de la natación
2 de agosto de 2008
Uno de los más grandes nadadores de la historia fue el soviético Vladimir Salnikov, el primer hombre en nadar 1.500 metros en menos de 15 minutos... Es algo que, así dicho, no parece gran cosa, pero recordemos que en 1922 Johnny Weissmuller había sido el primero en bajar del minuto en los 100 metros. 58 años más tarde, Salnikov hizo lo mismo, ¡¡multiplicado por quince!!
Vladimir "Volodia" Salnikov era conocido como El expreso de Leningrado, y había nacido en esta ciudad (actual San Petersburgo) el 21 de mayo de 1960. Era hijo de un marinero, y empezó a nadar con sólo seis años. Con doce, ingresó en la Escuela de Deportes de Erkan, donde conoció al entrenador Igor Koshin (famoso por su idea de incorporar como sonido de fondo en los entrenamientos la música clásica...), quien le llevaría a convertirse en el mejor nadador de larga distancia del mundo. Salnikov tenía un físico inmejorable para este deporte (1.86m de estatura, 80 kg), lo que unido a unos altos volumenes de entrenamiento tanto en la piscina como en el gimnasio, hicieron que muy pronto comenzara a destacar.
Con sólo dieciséis años participó en sus primeros Juegos Olímpicos, los de Montreal 76, y consiguió acabar en una muy meritoria quinta posición en la final de los 1.500 metros con un tiempo de 15:29.45, que era además el récord de Europa. El ganador de la prueba fue el norteamericano Brian Goddell, quien estableció una nueva plusmarca universal con 15:02.40
Su primer gran éxito internacional llegó al año siguiente en los Campeonatos de Europa celebrados en Jönköping (Suecia), donde conquistó el oro es su prueba favorita, los 1.500 metros. En los Campeonatos del mundo de 1978 que tuvieron lugar en Berlín Oeste, fue la gran estrella de la competición masculina (Tracy Caulkins lo fue en la femenina), al obtener las medallas de oro tanto en 400 como en 1.500 metros, además de la plata con el equipo soviético de relevos 4x200 metros.
En 1979 consiguió batir en dos ocasiones el récord mundial de los 400 metros, y logró además ser el primer hombre en bajar de los ocho minutos en los 800 metros. A estas alturas ya era el mejor nadador de larga distancia del mundo, pero aun le faltaba lograr una hazaña que inscribiera su nombre con letras de oro en la historia del deporte. Y eso llegaría apenas unos meses después.
Para Salnikov, que contaba con 20 años, los Juegos Olímpicos de Moscú 1980 serían su consagración definitiva como uno de los más grandes nadadores de la historia, y le convertirían en un verdadero ídolo para sus compatriotas. Aunque a esa competición no acudieron los estadounidenses, no hay duda de que estos no habrían tenido la menor oportunidad ante El expreso de Leningrado, que exhibió toda su potencia espoleado por el público moscovita. Tres medallas de oro en las tres pruebas que disputó fueron su impecable cosecha.
El 22 de julio, en la final de los 1.500 metros, Salnikov consiguió uno de los grandes hitos en la historia de la natación al ser el primer hombre en romper la barrera de los 15 minutos. Nadando prácticamente sin rivales, pero animado por un público entregado, Salnikov fue clavando los tiempos en cada largo, siempre en la frontera del minuto por hectómetro. Un esfuerzo adicional en la parte final de la prueba, le hicieron ganar el margen necesario para lograr el gran objetivo y bajar de los 15 minutos. Su tiempo final fue de 14:58.27. Un mundo le separaba de su compatriota Aleksandr Chayev (plata con 15:14.30) y del australiano Max Metzker (bronce con 15:14.49). Como dato adicional decir que en sexta posición se clasificó el bravo mallorquín Rafael Escalas con 15:21.88
Al día siguiente 23 de julio, Salnikov consiguió la segunda de sus tres medallas de oro gracias al equipo de relevos de 4x200 metros, que integraban por este orden Sergey Kopliakov, Vladimir Salnikov, Ivar Stukolkin y Andrey Krylov. En esta prueba, es justo reconocer que los soviéticos sí se vieron beneficiados por la ausencia de los americanos, vigentes plusmarquistas mundiales y con su gran estrella Rowdy Gaines.
Por último, el 24 de julio, Salnikov remató la faena con el oro en los 400 metros libres, con una marca cercana al récord mundial de 3:51.31, que supuso el récord olímpico. Los soviéticos fueron al copo en esta prueba para deleite de los aficionados, con Andrey Krylov segundo (3:53.24) e Ivar Stukolkin tercero (3.53.95)
Gracias a sus tres medallas de oro, Salnikov fue una de las mayores estrellas de los Juegos de Moscú, junto a otros deportistas como el gimnasta Alexander Dityatin, los atletas Sebastian Coe y Miruts Yifter, o el boxeador Teófilo Stevenson.
En los años siguientes, siguió dominando con claridad en las pruebas de larga distancia, volviendo a batir varias veces sus propios récords mundiales, incluído el de los 1.500 metros, que rebajó en dos ocasiones más, ambas en Moscú: la primera en 1982 con 14:56.35 y la segunda en 1983 con 14:54.76. Este último registro se mantuvo vigente durante casi ocho años, hasta que fue batido por el alemán Jörg Hoffmann en los Campeonatos mundiales de Perth en 1991.
En los europeos de 1981 celebrados en Split, Salnikov logró el oro en los 1.500 y la plata en los 400 metros, en una de sus escasas derrotas ante el yugoslavo Borut Petric, que nadaba ante su público. Sin embargo en los mundiales de Guayaquil de 1982, revalidó sus títulos tanto en 400 como en 1.500 metros, además de llevarse una plata en los relevos 4x200 metros. Al año siguiente, en los europeos de Roma 1983, volvió a vencer en las dos pruebas individuales.
Tras el boicot de Estados Unidos a los Juegos de Moscú en 1980, era evidente que cuatro años después se repetiría la jugada, y que por lo tanto la Unión Soviética no acudiría a Los Angeles 84. Para Vladimir Salnikov esto supuso un duro golpe, pues era el claro favorito para revalidar sus laureles olímpicos. Sin embargo poderosas razones políticas justificaban el boicot, y los deportistas nada podían hacer por evitarlo. En su ausencia, los americanos George DiCarlo en 400 y Michael O'Brien en 1.500 metros, lograron unas medallas claramente devaluadas y que Salnikov hubiera merecido muy claramente.
A partir de ese año, su hasta entonces imparable carrera comienza a declinar, en parte debido a los problemas físicos, aunque también parece haber influido sus públicas diferencias con algunos dirigentes deportivos de su país. No participó en los europeos de 1985, mientras que en los Campeonatos mundiales de Madrid 1986 no consigue subir al podio, siendo únicamente quinto en los 400 y cuarto en los 1.500 metros.
Muchos le daban ya casi por acabado. En los europeos de Estrasburgo 1987, el gran Salnikov toca fondo y ni siquiera logra pasar a la final de los 1.500 metros, algo ridículo para quien, no lo olvidemos, seguía siendo el plusmarquista mundial. La retirada comenzaba a aparecer como la salida más previsible.
Pero algo inesperado iba a ocurrir. El expreso de Leningrado aun tenía el combustible y, lo que es más importante, la motivación para llegar a una última estación: los Juegos Olímpicos de Seúl 88. Para ello se entrenó sin descanso durante meses, sin prestar atención a lo que otros decían de él, y pensando sólo en volver a ser el mejor en la capital coreana.
En Seúl, el gran nadador ruso contaba ya con 28 años, por lo que se le consideraba ya demasiado "viejo" para aspirar a la medalla de oro ante el empuje de los jóvenes valores. Sin embargo, con su actuación Salnikov iba a acallar muchas bocas, consiguiendo que todos se rindieran ante su enorme clase y fuerza de voluntad. En las eliminatorias ya dio un aviso, marcando el segundo mejor tiempo con 15:07.83, aunque varios nadadores estaban muy igualados en torno a esa marca. ¿Lograría el veterano nadador recuperarse del esfuerzo para la final del día siguiente?
La final, celebrada en 23 de septiembre, se presentaba apasionante. Salnikov era sin duda el favorito del público, ya que la gente no olvidaba su triunfo de ocho años antes, pero para ganar debía rebajar sensiblemente sus marcas de los últimos años y volver a acercarse a los 15 minutos. No estaba nada claro que pudiera hacerlo. Otros nadadores más jovenes, como el alemán oriental Uwe Dassler (campeón en los 400 metros) o el americano Matt Cetlinski (mejor tiempo en las eliminatorias) parecían en mejor disposición que él para llevarse el triunfo.
En la primera parte de la carrera, la igualdad fue la nota dominante entre los favoritos, con Cetlinski liderando la prueba aunque sin despegarse. Pero hacia mitad de la prueba, Salnikov comienza a nadar parciales por debajo del minuto y los rivales lentamente empiezan a ceder. Sólo el alemán occidental Stefan Pfeiffer parece en condiciones de hacer sombra al ruso y aguanta la persecución, pero no le servirá de nada. Salnikov gana la medalla de oro con 15:00.40, Pfeiffer la de plata con 15:02.69 y el alemán oriental Uwe Dassler el bronce con 15:06.15. Por su parte, el americano Cetlinski se hundía hasta la cuarta posición con 15:14.76
Los 8.000 espectadores presentes en la Piscina Olímpica de Jamsil le tributaron una gran ovación, sabedores de que habían presenciado algo histórico, sin duda uno de los grandes momentos en la historia de la natación. Salnikov era el campeón olímpico de natación más viejo desde hacía 56 años... Sus rivales le felicitaron todavía en el agua, mientras él sonreía feliz por su triunfo. Era la despedida heróica de uno de los mejores nadadores de todos los tiempos y también uno los mejores deportistas de la Unión Soviética. Vladimir Salnikov fue un deportista ejemplar dentro y fuera del agua, alguien capaz de sobreponerse a todas las adversidades y de renacer de sus cenizas para volver a ganar cuando ya nadie apostaba por él.
En Seúl, el expreso de Leningrado había llegado a su último destino, ganándose una merecida y gloriosa retirada.
RESULTADOS
RÉCORDS DEL MUNDO
3:51.41 (Potsdam, 06/04/1979)
3:51.40 (Moscú, 19/08/1979)
3:51.20 (Potsdam, 29/02/1980)
3:49.57 (Moscú, 12/03/1982)
3:48.32 (Moscú, 19/02/1983)
7:56.49 (Minsk, 23/03/1979)
7:52.83 (Moscú, 14/02/1982)
7:52.33 (Los Angeles, 14/07/1983)
7:50.64 (Moscú, 04/07/1986)
14:58.27 (Moscú, 22/07/1980)
14:56.35 (Moscú, 13/03/1982)
14:54.76 (Moscú, 22/02/1983)
Enlaces:
Escuchando The Partisan, Red Union
3 comentarios:
Salnikov era mi ídolo cuando yo nadaba, me acuerdo que ví por Tv la carrera de Seúl, aquí era por la mañana creo, jeje, fue muy emocionante. Oye que me encantó tu post ^_^
Gracias Neike y Jose Angel por el post y el comentario sobre mi Padre. Le hace ilusion que le recuerden.
Vos envio un saludo de parte mia y de mi padre.
Atentamente: Vladimir Salnikov (Hijo)
alberto de cuba.salnikov es para mi la estrella nunca superada .lo recuerdo con mucho cariño cuando estubo en cuba yo le enseñe un album con muchas fotos ,que incluso me comento que habian algunas que nunca las habia visto y lo firmo,sin temor a equibocar a sido el deportista mas obasionado en el estadium latino americano en cuba.si alguna ves lees este comentario contestame por que en cuba te seguimos abmirando simplemente alberto.
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