Los Derechos del Hombre y del Ciudadano

27 de agosto de 2005


Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789)

El 26 de Agosto de 1789 la Asamblea Nacional Constituyente de Francia aprobó la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, que consta de un preámbulo y de 17 artículos en los que se consagran los ideales revolucionarios de Libertad, Igualdad y Fraternidad.

Entre las primeras consecuencias de su puesta en práctica están la proclamación de la libertad de imprenta, la prohibición de la tortura, la imposibilidad de arrestar a alguien sin orden de un magistrado, una sola justicia para todos y el reconocimiento de la ciudadanía sin importar la religión. (216 años despues, aun seguimos esperando su completa aplicación...)

El rey Luis XVI, que aun no había sido derrocado, se negó a firmarla, pero la presión del pueblo que acudió a Versalles exigiendo sus derechos, le obligó a hacerlo. No obstante el rey, la nobleza, el clero y parte de la burguesía siguieron conspirando contra la Revolución y contra el pueblo, por lo que aun la Revolución habría de hacer frente a numerosas dificultades y poderosos enemigos internos y externos.

Esta Declaración llegaba poco después de que se hubieran suprimido en Francia los derechos feudales y sería la base para la Primera Constitución de la Revolución Francesa, aprobada en 1791, y referencia para las futuras Constituciones de 1852, 1946 y 1958.

Entre los aspectos negativos de la declaración está su caracter todavía burgués en muchos aspectos. Esto se traduce en la falta de referencias a los derechos de la mujer, así como en el reconocimiento de un supuesto derecho "natural" a la propiedad privada.

En mi opinión personal, este caracter "iusnaturalista" es el mayor lastre de este documento, y en general de la filosofía ilustrada en la que se inspira, ya que se presentan como "derechos naturales" lo que no son más que conquistas del pueblo. Si el pueblo es soberano y libre para decidir su destino, no tiene sentido apelar a supuestos "derechos naturales" que no están escritos en ninguna parte, y que solo sirven para enmascarar intereses egoístas de un grupo social.

No obstante su caracter burgués, la Declaración es la primera manifestación tangible del fin del Antiguo Regimen y a partir de ahí era posible para los revolucionarios y el pueblo esperanzado, soñar con la construcción de un mundo nuevo.



  • Sigo con mis lecturas anticlericales:

    "K. Wojtyla: el totalitarismo del Bien" (Luis M. Sáenz)


  • Y os recomiendo visitar este Foro Ateo







    Escuchando La Cocinera, Mala Rodríguez

  • 0 comentarios:

    Publicar un comentario

    Web Analytics