Centenario de la Matanza de Río Blanco

7 de enero de 2007


Matanza de Río Blanco, 1907

Los obreros protestando en la puerta de entrada a la Fábrica de Río Blanco



Hoy se cumplen 100 años de la terrible Matanza de Río Blanco, en el Estado de Veracruz (México) El 7 de enero de 1907 más de 800 personas, entre obreros de la fábrica textil y sus mujeres e hijos, fueron brutalmente asesinados por el ejército méxicano al mando del general Rosalino Martínez.

En esa época México estaba bajo el yugo de la dictadura de Porfirio Díaz, caracterizada por la brutal represión contra los trabajadores, a quienes se prohibió cualquier forma de organización o movilización para defender sus derechos laborales. En junio de 1906 ya había trenido lugar una matanza en las Minas de Cananea, en el Estado de Sonora.

En la mañana del día 7 de enero, los obreros de Río Blanco se presentaron frente al edificio de la fábrica acompañados de sus familiares, quedándose ahí sin entrar al trabajo. Se declaraban en huelga en protesta por las terribles condiciones laborales a que eran sometidos por la empresa, entre las que se contaban jornadas interminables, salarios de hambre (recortados además constantemente por "multas"), control absoluto sobre las actividades de los trabajadores, abusos en las tiendas de raya y casas de empeño, etc



Matanza de Río Blanco, 1907
Planta textil de Río Blanco en Veracruz


Matanza de Río Blanco, 1907
Violenta represión en Río Blanco



La situación se volvió insostenible cuando un empleado de la tienda de raya mató, frente a la fábrica, a un obrero que participaba en la huelga. Eso provocó que otros obreros se amotinaran, saquearan la tienda de raya y mataran a los dependientes. Comenzaron así los violentos disturbios que se prolongaron varias horas hasta que llegaron los soldados del gobierno, que habían sido avisados por los dueños de la fábrica.

En Río Blanco, los soldados llevaron a cabo una cacería por todas las calles del municipio y sus alrededores de la región de Orizaba, dando muerte no solamente a los obreros rebeldes, sino también a sus esposas e hijos. A los que intentaban escapar en tren, se les bajó a culatazos y les fusilaron junto a las vías. A quienes habían huido al monte, se les persiguió y asesinó entre los matorrales.

Los líderes obreros Rafael Moreno, Manuel Juárez y Celerino Navarro fueron fusilados al día siguiente por la mañana frente a las instalaciones de la fábrica, junto con un gran número de trabajadores que ya se habían rendido.

Cuando los miembros del ejército terminaron con su brutal matanza, mujeres enlutadas y huérfanos supervivientes recorrieron penosamente las calles buscando a sus muertos. Mientras, el general Rosalino Martínez era agasajado por los dueños de la fábrica.

La muerte de los llamados "Mártires de Río Blanco" no fue en vano, ya que estos trágicos acontecimientos levantaron oleadas de indignación popular en todo el país que aceleraron el proceso revolucionario en México. Río Blanco está considerada como la cuna del movimiento obrero mexicano.



Matanza de Río Blanco, 1907
Grabado de Fernando Castro Pacheco de 1947 sobre estos hechos



Por ello en este 100º aniversario amplios sectores de la sociedad mexicana recuerdan estos hechos y han programado varios homenajes para rendir tributo a las víctimas de Río Blanco que entregaron sus vidas luchando contra la explotación y la tiranía.

El Secretario de Trabajo de Veracruz, Américo Zúñiga ha dicho que "la sangre de los trabajadores veracruzanos que se rebelaron ante las condiciones que privaban en aquellos tiempos, sembró la semilla para que las circunstancias laborales cambiarán". Por su parte, el alcalde de Río Blanco, Víctor Padilla, ha manifestado que "los mexicanos conocerán que esta región dio origen a los movimientos obreros nacionales, inversionistas e historiadores pondrán atención en esta tierra que hoy conmemora los 100 años de aquella huelga de los mártires de Río Blanco".

Su causa es la nuestra.


¡Honor a su memoria!




Mártires de Río Blanco



Escuchando Letzte ausfahrt: leben, Lacrimosa



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Juan Muñiz Zapico, un labrador de libertades

2 de enero de 2007


Juan Muñiz Zapico, Juanín

Hoy se cumplen 30 años de la muerte del histórico dirigente sindical y militante antifranquista asturiano Juan Muñiz Zapico "Juanín". Tenía solo 35 años cuando un accidente de tráfico se lo llevó para siempre. La vida de Juan Muñiz Zapico es representativa de una época y de todos aquellos jóvenes trabajadores que ante la sobreexplotación y represión del régimen, arriesgaron su vida por la libertad de tod@s.

Había nacido en La Frecha (concejo de Lena) el 25 de abril de 1941. Su padre era minero y su madre cocinera. De joven era muy aficionado al deporte, sobre todo al ciclismo, y también era un buen estudiante y muy inteligente. Uno de sus maestros diría años más tarde que "fue el mejor alumno que pasó por mis aulas". También destacaba por su caracter afable y abierto, que le llevo siempre a limar las asperezas entre sus compañeros, ya que se llevaba bien con todos y siempre transmitía optimismo. También fue siempre muy generoso y desprendido. Según su madre "cuando era pequeño, si tenía una peseta en el bolsillo y veía que alguien la necesitaba, se la daba sin dudar y se quedaba sin nada".

A los 15 años tuvo que ponerse a trabajar, y en 1957 entra como aprendiz en la empresa Talleres Aguinaco, de Mieres, aunque alternaba el trabajo con el estudio y acudía a la escuela de Maestría Industrial. Mieres ha sido siempre uno de los centros más importantes del movimiento obrero, no solo en Asturias, sino en España, y allí el contacto con otros militantes de izquierdas, muchos de ellos que habían vivido la guerra y los años más duros de la represión, ayudó a fortalecer su toma de conciencia respecto a los problemas de la clase trabajadora.

En 1963 fue elegido enlace sindical y vocal jurado de la empresa. Al año siguiente ingresa en Comisiones Obreras (CC.OO) y en el Partido Comunista de España (PCE), siendo ambas organizaciones ilegales. Ese mismo año contrajo matrimonio con Higinia Torre, con la que llevaba tres años de noviazgo. En las elecciones sindicales de 1966 fue reelegido en sus cargos. En esta época el movimiento obrero comenzaba a tomar gran fuerza, y cada día aumentaba la presión reivindicativa de los trabajadores.

En 1967 tuvo una activa participación en las jornadas de lucha del 1 de febrero y del 27 de octubre. A raíz de firmar el manifiesto de esta última fue acusado junto a varios compañeros de "asociación ilícita" y "propaganda ilegal", lo que le valió pasarse dos años en las cárceles de Oviedo, Jaén y Segovia. Sin embargo aun dentro de la cárcel no cesó en su actividad sindical.

Una vez en libertad continuó aun con más fuerza. Se trasladó a vivir a Gijón y en 1970 es nombrado miembro del Comité Regional del PCE. Pero su vida personal y laboral se ve totalmente dificultada por el acoso policial y patronal, llegando a ser multado y despedido varias veces. Como curiosidad hay que decir que muchas reuniones de CC.OO en esta época se celebraban en su casa, pues tenía la ventaja de que en caso de apuro, permitía la huida por la terraza...

En abril de 1972 tuvo la oportunidad de viajar a la Unión Soviética. A su vuelta los acontecimientos iban a tomar un cariz oscuro para él, en forma de cárcel, torturas y represión. La pesadilla comenzó cuando el 24 de julio fueron detenidos en el Convento de Los Padres Oblatos de Pozuelo de Alarcón (a las afueras de Madrid), diez miembros de la Coordinadora General de Comisiones Obreras cuando iban a celebrar una reunión, siendo Juanín uno de ellos, y además el único asturiano. Su mujer recuerda que "se marchó de casa un viernes, a mediodía. Dijo que se iba a Madrid y que no pensaba regresar hasta el domingo". Tras sufrir el interrogatorio policial, y antes de ser oídos por el juez, ingresan en la prisión de Carabanchel. Se les acusa de "reunión ilegal" y "asociación ilícita" por ser dirigentes de CC.OO


Comisiones Obreras, CCOO

Pasaron más de un año en espera del juicio. Por fin, el 20 de diciembre de 1973 se inicia en el Tribunal de Orden Público de Madrid el juicio contra los diez sindicalistas, en lo que ha pasado a la historia como el Proceso 1.001, uno de los mayores ataques a la libertad sindical en la historia de España. Casualmente el mismo día de iniciarse el juicio, el régimen franquista recibe su más duro golpe cuando ETA logra hacer estallar por los aires a Carrero Blanco, el Presidente del Gobierno. El juicio se desarrolla en un momento de gran tensión social provocada además por el descontento de los obreros, que a pesar de la dura y violenta epresión, ocupaban con bastante frecuencia las calles en demanda de mejores condiciones de trabajo y una mayor democracia.

Según Nicolas Sartorius "cuando terminaron aquellas agotadoras jornadas, procesados, abogados y público asistente fueron unánimes: la intervención más brillante y con más contenido fue la del asturiano Muñiz Zapico. Sus palabras de unidad durante el juicio, al igual que sus conferencias y artículos posteriores, no eran gratuitas. Poseía como pocos el sentido de la unidad, tan importante en la tarea política y sindical"

El 27 de diciembre se hacen publicas las sentencias, con duras condenas de entre 12 y 20 años de cárcel para todos los encausados. Juanín recibe una de las condenas más altas: 18 años de carcel. Lo absurdo de las acusaciones y la gran movilización social a favor de los presos políticos, hicieron que un año más tarde el Tribunal Supremo revisara el caso y rebajara las condenas. Los 18 años iniciales fueron reducidos a 4.

Pocos días después de la muerte del tirano, el Rey firmó un indulto para los condenados en el Proceso 1.001, que pudieron salir así a la calle. En realidad se trataba solo de una medida propagandística, pues en las cárceles españolas aun quedaban cientos de presos políticos y las esperanzas de lograr una rápida y amplia amnistía se vieron defraudadas por completo. Lo que pasaba es que el Proceso 1.001 había provocado un gran escándalo en toda Europa, y tanto el Rey como su "camarilla" querían quedar bien con los políticos europeos y miembros de casas reales que por esos días se pasaban por aquí de visita. Peor aun, desde la concesión del indulto todavía entraron en la cárcel otros 30 presos políticos, es decir, más de los que habían salido...

El 1 de diciembre llega por fin a su casa natal de La Frecha, donde puede abrazar a su familia. Sin embargo todavía no acabaron los disgustos. El día 4 se celebraba su recibimiento público en Gijón. Cuando iba hacia allí en tren, a su paso por Mieres, unas 1.000 personas se concentraron en la estación para saludarle, pero la Guardia Civil lo impidió cargando contra los allí reunidos y deteniendo a 11 personas, que posteriormente fueron objeto de malos tratos en el cuartelillo. Poco después de las ocho de la tarde, Juanín llega por fin a Gijón, donde también se produjeron incidentes con la policía al iniciarse los gritos de "Amnistía, libertad"

A lo largo de la Transición a la Democracia participa en el desarrollo orgánico de CC.OO siendo reelegido miembro del Secretariado General en la Asamblea de Barcelona celebrada en 1976, donde además presentó una ponencia titulada "Reforzamiento Orgánico de Comisiones". En julio de ese mismo año participa en el Congreso del PCE celebrado en Roma (el partido aun era ilegal en España), donde defendió la independencia entre el sindicato y el partido.

Poco antes de su muerte todavía fue detenido otra vez por la policía, con motivo de la jornada de lucha convocada por la Coordinadora de Organizaciones Sindicales (COS) el 12 de noviembre de 1976, a la salida de una charla en la Universidad de Oviedo. Pasó varias horas en comisaria hasta que fue liberado.

Paralelamente a su tarea sindical, desarrolló una importante labor en la Junta Democrática primero, y en la Coordinadora Democrática de Asturias más tarde. Su último acto con relevancia política fue la firma de un comunicado que salió a la luz el 22 de diciembre pidiendo la liberación de Santiago Carrillo.


Funeral de Juan Muñiz Zapico, Juanín

Funeral de Juan Muñiz Zapico, Juanín
Imagenes de su funeral, el 4 de enero de 1977. Más de
20.000 personas despidieron a Juanín ese día



Su reconocido prestigio y capacidad de análisis, diálogo y visión unitaria le hicieron ser uno de los protagonistas indiscutibles de la Transición, la cual ayudó a forjar, aunque desgraciadamente no pudo ver concluida, al fallecer el 2 de enero de 1977 en un accidente de tráfico cuando conducía su coche por el Valle del Huerna, una carretera con muchas curvas. Su funeral en La Frecha, el 4 de enero de 1977, fue una de las mayores manifestaciones públicas de la Transición en Asturias, con más de 20.000 participantes en un impresionante cortejo fúnebre.

El grupo Nuberu le dedicó una canción titulada "A Juanin, l´home la unidá", que junto a otro tema suyo "Aida de la Fuente" llegaron a ser verdaderos himnos para la izquierda asturiana.

Juan Muñiz Zapico "Juanín" dedicó su vida a luchar por los derechos de la Clase Obrera y fue uno de los principales impulsores del sindicalismo autónomo e independiente, basado en la pluralidad interna y en la acumulación de fuerzas para hacer más eficaz la lucha. De estar vivo sin duda sería un luchador por la justicia social y contra el actual embate del neoliberalismo que padecemos. Su ejemplo debería servirnos a todos.

También es importante recordar a Juanín y en general la historia del sindicalismo y el movimiento obrero, en esta época en que desde los sectores más reaccionarios de la sociedad se pretende falsear la historia para adecuarla a sus intereses, y borrar la Memoria de tantos españoles que lucharon contra el fascismo antes, durante y después de la Guerra. En 1990 se creo a iniciativa de CC.OO de Asturias, la Fundación Juan Muñiz Zapico, entidad sin animo de lucro cuyo objetivo primordial es preservar la memoria del movimiento obrero, y difundir la cultura e historia del sindicalismo, de CC.OO y del mundo del trabajo

CC.OO ha preparado una serie de activiades para conmemorar este aniversario, entre ellas un homenaje que se le tributará el día 4 en el cemeterio de La Frecha , y otro el día 10 en el Teatro Jovellanos de Gijón.



Escuchando Come On Feel The Noise, Quiet Riot



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