Adiós al cineasta Robert Mulligan y a la bailarina Olga Lepeshinskaya
22 de diciembre de 2008
Nos ha dejado el gran director de cine Robert Mulligan (n. en 1925), uno de los representantes de la llamada Generación de la Televisión (junto a Arthur Penn, John Frankenheimer, Martin Ritt o Sidney Lumet), que tanto hizo por la renovación ética y estética del cine americano a partir de los años sesenta.
A Mulligan le recordamos sobre todo por la maravillosa película Matar a un Ruiseñor (To Kill a Mockingbird, 1962), donde Gregory Peck interpretaba a un abogado sureño que tenía que defender a un afroamericano injustamente acusado de una violación. Atticus Finch nos proporciona un inolvidable modelo de integridad moral y compromiso ético, y es quizá la mejor película sobre el racismo que se ha hecho nunca.
Aunque a un nivel menor, también nos gustaron bastante otras películas suyas como El Otro (The Other, 1972), Verano del 42 (Summer of '42, 1971), La rebelde (Inside Daisy Clover, 1965) y Amores con un extraño (Love with the Proper Stranger, 1963).
También nos ha dejado la gran bailarina soviética Olga Lepeshinskaya. Había nacido en Kiev (Ucrania) en 1916 y tenía por lo tanto 92 años. Ella fue una de las mejores bailarinas que hubo en la URSS, junto a otros nombres míticos como Galina Ulanova, Natalia Dudinskaya, Marina Semenova o Maya Plisetskaya.
Tras graduarse en la Escuela Coreográfica de Moscú, Lepeshinskaya ingresó en la compañía del Teatro Bolshoi en 1933, y fue una de las bailarinas principales hasta 1963, cuando se retiró para dedicarse a la enseñanza. En 1951 fue nombrada Artista del Pueblo de la URSS y también recibió cuatro veces el Premio Stalin.
Sus papeles más recordados fueron Kitri en "Don Quijote", Masha en "El Cascanueces", Aurora en "La bella durmiente" y Tao-Hoa en "La amapola roja". Durante la 2ª Guerra Mundial formó parte de la llamada Brigada del Bolshoi, que contribuía al esfuerzo bélico actuando para los soldados en el frente, en hospitales para los heridos, etc.
VER TAMBIÉN - Galina Ulanova, la mayor gloria del ballet soviético
A Mulligan le recordamos sobre todo por la maravillosa película Matar a un Ruiseñor (To Kill a Mockingbird, 1962), donde Gregory Peck interpretaba a un abogado sureño que tenía que defender a un afroamericano injustamente acusado de una violación. Atticus Finch nos proporciona un inolvidable modelo de integridad moral y compromiso ético, y es quizá la mejor película sobre el racismo que se ha hecho nunca.
Gregory Peck y Brock Peters en Matar a un Ruiseñor (1962)
Aunque a un nivel menor, también nos gustaron bastante otras películas suyas como El Otro (The Other, 1972), Verano del 42 (Summer of '42, 1971), La rebelde (Inside Daisy Clover, 1965) y Amores con un extraño (Love with the Proper Stranger, 1963).
Olga Lepeshinskaya en La amapola roja (1949)
Tras graduarse en la Escuela Coreográfica de Moscú, Lepeshinskaya ingresó en la compañía del Teatro Bolshoi en 1933, y fue una de las bailarinas principales hasta 1963, cuando se retiró para dedicarse a la enseñanza. En 1951 fue nombrada Artista del Pueblo de la URSS y también recibió cuatro veces el Premio Stalin.
Sus papeles más recordados fueron Kitri en "Don Quijote", Masha en "El Cascanueces", Aurora en "La bella durmiente" y Tao-Hoa en "La amapola roja". Durante la 2ª Guerra Mundial formó parte de la llamada Brigada del Bolshoi, que contribuía al esfuerzo bélico actuando para los soldados en el frente, en hospitales para los heridos, etc.
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