El último valle (1971)
20 de julio de 2006
Entre las películas que he visto ultimamente, voy a comentar una que me ha gustado bastante. Se trata de una producción de 1971 titulada El último valle (The last valley) y que pertenece al género de las aventuras históricas, adaptando una novela de J.B. Pick. Advierto ahora que contaré algunos detalles del argumento en este escrito. Esta dirigida por James Clavell, un director australiano procedente de la literatura y que rodó algunas películas en los 60 y 70, entre ellas la simpática Rebelión en la aulas, con Sidney Poitier.
Concretamente El último valle está ambientada en Alemania (aunque fue rodada en localizaciones del Tirol austriaco) a mediados del siglo XVII, durante la Guerra de los Treinta Años. Esta guerra fue un conflicto de grandes dimensiones que asoló centroeuropa entre 1618 y 1648, y cuyas causas y desarrollo fueron muy complejos, pero que simplificando diré que enfrentó a católicos contra protestantes.
Con este lugubre panorama al fondo, la acción de la película trascurre en un apartado valle que por su ubicación poco accesible ha quedado a salvo de las inclemencias de la guerra, y sus habitantes llevan una vida tranquila y más o menos feliz, aferrados a unas fuertes creencias católicas, sin que les falte comida ni otros productos básicos y sin verse afectados tampoco por las epidemias que asolan el país.
La situación se ve alterada con la llegada de un grupo de soldados mercenarios dirigidos por el Capitán (Michael Caine, uno de mis actores favoritos de siempre y en un personaje muy alejado de los que suele hacer), cuya intención en principio era saquear la aldea como hacían habitualmente cuando necesitaban provisiones. Sin embargo casi a la vez que ellos llega a la aldea un enigmático hombre llamado Vogel (Omar Sharif, también espléndido), que convence al Capitán para que en lugar de saquear la aldea y marcharse, se queden en ella a vivir durante los duros meses de invierno y hasta que llegue la primavera, ya que sin duda en ningun sitio estarán mejor que allí.
Finalmente los soldados y los habitantes del valle llegan a una especie de pacto para que puedan quedarse, aunque respetando a la población, su religión y sus costumbres, y cumpliendo unas mínimas normas de conviviencia pacífica, además de defender el valle frente a otros posibles intrusos. A cambio ellos tendrán comida, y también mujeres con las que saciar su "virilidad"
La película nos muestra las complejas relaciones que se establecen entre los habitantes del valle y los recien llegados, cuyas vidas son radicalmente distintas y se mueven por valores en principio opuestos. En este sentido recuerda un poco a Los siete samurais de Kurosawa. Sin embargo observamos como a pesar de sus diferencias, unos y otros se rigen por un marcado instinto de supervivencia. Lo más interesante es la completa galería de personajes, cada uno con sus propias estrategias para sobrevivir. No hay espacio para el sentimentalismo, pues el clima de ignorancia, opresión y violencia, tanto física como moral, hace que los personajes vivan con una coraza que les hace inmunes a tanto sufrimiento y solo se preocupen de ellos mismos. La optica del film es fría y distanciada, buscando que el espectador comprenda a los personajes, no que comparta sus acciones.
El Capitán (nunca se nos dice su nombre) es un profesional de la guerra, alguien descreído y alejado de todo idealismo, y que no muestra ningún sentimiento a la hora de matar a cualquiera que se interponga en su camino o amenace su autoridad. No actua así por crueldad, sino porque sabe que esa es la única forma de permanecer con vida en un mundo tan duro, y más dedicándose a la guerra. En el transcurso de la historia va abriéndose poco a poco, el valle hace aflorar en él su humanidad entumecida por la desolación y la miseria que han rodeado su vida. Por eso regresa para morir en ese lugar, a modo de redención.
A diferencia del Capitán, Vogel (Omar Sharif) en más un intelectual que un hombre de acción, aunque como el Capitán es también un superviviente. Fue profesor universitario, y es inteligente y reflexivo. A pesar de haber sufrido en carne propia los horrores de la guerra y haber visto morir a toda su familia, es una persona sensible que defiende unos valores humanistas y racionales. A pesar de sus contradicciones, es el único personaje de la película que parece conservar la fe en el ser humano pese a todas las desgracias. Procura mantenerse la ecuanimidad, intentando tener buenas relaciones con todos, y buscando ser útil a unos y a otros.
Gruber (Nigel Davenport) es el representante de los habitantes del valle, y el que habla con los soldados en nombre del pueblo, ya que sus vecinos le consideran el más preparado. Su perfil es el de un burgués, una persona inteligente y calculadora, que sabe que no puede oponerse a la presencia allí de los soldados ya que ellos van a hacer lo que quieran igualmente, así que procura adaptarse a la situación e intenta sacar partido de ella. Su instinto de conservación hace que no dude en entregar a su propia esposa Erika al Capitan, que se ha encaprichado con ella. Junto con el sacerdote representa el orden establecido, y trata de mantener ese orden a pesar de las nuevas circunstancias.
El personaje más impresionante de la película es el sacerdote interpretado por el actor sueco Per Oscarsson, el Padre Sebastian. No recuedo un personaje en el cine que haya plasmado mejor el fanatismo religioso. Es alguien tan absolutamente convencido de que él conoce la verdad y de que los demás están equivocados que no deja ninguna fisura para el diálogo racional. No es ningún malvado ni tampoco un hipócrita, sino que actua con total sinceridad y la convicción de estar haciendo lo correcto, de ahí que pese al rechazo que produce, uno acaba sintiendo compasión hacia él. Es alguien que ha encontrado en la cosmovisión católica una forma de darle sentido al mundo absurdo en que le ha tocado vivir. Para él, la obediencia ciega a la voluntad Dios es lo único que mantiene a salvo a los habitantes del valle.
Otro personaje es Hansen (Michael Gothard), soldado violento y sin escrúpulos, incapaz de adaptarse a la vida sedentaria y convivir civilizadamente, ya que está acostumbrado a imponer su voluntad a los demás. De ahí que se enfrente con el Capitán, y que finalmente acabe de mala manera, en una de las secuencias más violentas de la película.
Erika (Florinda Bolkan), la esposa de Gruber, es una mujer muy bella, pero que se muestra infeliz y frustrada con su vida, y que ve en la llegada de los soldados una forma de evadirse de la agobiante monotonía burguesa y opresiva en que vive. Genial la secuencia en la que el Capitán y Gruber se juegan a los dados quien se queda con ella. Posteriormete descubrimos que también practica la brujería y, descubierta, es quemada en la hoguera. La brujería era para ella otra forma de evadirse de la opresiva religión católica.
Creo que pocas películas han plasmado mejor que esta el peculiar clima de opresión y descomposición social característico de las teocracias europeas. El siglo XVII fue especialmente cruento, ya que las luchas por la riqueza y el poder entre los diferentes reyes y príncipes europeos (el capitalismo en su fase incipiente de acumulación de capital) adquirieron la forma de guerras de religión, lo que hizo que tanto protestantes como católicos radicalizaran cada vez más sus posiciones, llegando a extremos de fanatismo y crueldad realmente delirantes, ya que los poderosos usaban el terror como medio para evitar disidencias. En este contexto encontramos la caza de brujas (un verdadero genocidio contra las mujeres) como un rasgo demencial de esta época. La ignorancia y las supersticiones, mantenidas y fomentadas desde el poder, dejaban indefenso al pueblo, incapaz de analizar objetivamente la realidad e identificar las causas de su situación, lo que les hacía imposible liberarse.
Comercialmente obtuvo un fracaso considerable, algo lógico tratándose de una película oscura y sin concesiones al triunfalismo o la épica, y cuyos personajes no son heroes ni villanos sino seres complejos y contradictorios. No obstante es una gran película, y merece ser reivindicada como un título importante dentro del cine histórico, y de manera especial por tratar sobre un periodo poco transitado en general por el cine. Por cierto que la película se estrenó en España, pero manipulando el doblaje para limar ciertas aristas anticatólicas.
Escuchando Blooded, Within Temptation
1 comentarios:
Hola quería saber quiénes son los protestantes en esta película
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