Centenario de la Tragedia de Courrières

10 de marzo de 2006


Courrières, 1906

Hoy es un día especial para aquellas personas sensibles ante la problemática de los accidentes laborales, especialmente de los accidentes en la mina. Hoy se cumplen justo 100 años de la tragedia de la mina Courrières, en Francia, el peor accidente minero en la historia de Europa, en el que murieron 1.099 trabajadores, según la cifra oficial. En Francia se rememora esta fecha con varios actos.

La mina de Courrières estaba situada entre las villas de Mericourt, Sallaumines y Billy Montigny, en el norte de Francia, en el departamento de Paso de Calais, a unos 40 kms de Lille y a unos 220 kms de París.

El 10 de marzo de 1906 era sábado. Sobre la 6.30 de la mañana de ese día, una fortísmima explosión de grisú cuyas causas iniciales no se llegaron a conocer con certeza, sacudió la mina de forma brutal. Varios ascensores salieron despedidos a la superficie.

Dos son las hipótesis principales. Una apunta a los propios explosivos utilizados en la explotación, y otra a la utilización por parte de los mineros de lamparás de llama desnuda, ya que las lámparas modelo Davy (que impedían la inflamación) eran más costosas.

Inmediatamente se pusieron en marcha mecanismos de rescate. Gente de toda la comarca acudió de inmediato para ayudar en lo posible. Sin embargo la magnitud de la tragedia les desbordó por completo. Además se echaron en falta medios y equipos de rescate bien entrenados. Por lo menos dos tercios de las víctimas murieron inmediatamente por la explosión, y muchos otros fueron víctimas de la inhalación de gases tóxicos.

Finalmente unos 600 supervivientes consiguieron alcanzar la superficie, aunque muchos de ellos estaban gravemente heridos, sobre todo por quemaduras e inhalación de gases tóxicos.

De forma especial se recuerda a un grupo de 13 supervivientes, a los que se conoció como "los rescapés", que fueron rescatados el 30 de marzo, 20 días despues de la explosión, y que sobreviviron enterrados comiendo la comida que habían llevado los mineros para el desayudo el día de la tragedia, y además mataron a uno de los caballos que se usaban para el transporte en la mina. Estos supervivientes fueron condecorados.

El último superviviente fue rescatado el 4 de abril, casi un mes después del suceso.

El desastre de Courrières fue cubierto ampliamente por los medios de comunicación franceses. Los periódicos competían por ofrecer las ultimas noticias del siniestro ocurrido, y esto sirvió para sensibilizar a la opinión publica acerca de las condiciones de trabajo en las minas. Al diario Le Reveil du Nord editado en Lille, le cabe el honor de haber realizado la primera petición de fondos para ayudar a las víctimas y sus familias, al día siguiente de la explosión. Se constituyó un fondo oficial con 750.000 francos.

Además se editaron colecciones de postales con fotografías del desastre, cuya venta servía para reacaudar dinero destinado a las víctimas. Se calcula que a lo largo de 1906 cada francés envió una media de 15 de estas postales.

Los primeros funerales tuvieron lugar ya el día 13. Una intensa nevada añadió aun más tristeza a las multitudinarias ceremonias. Al dolor de las familias se unía la indignación y la cólera de toda la población contra las compañías propietarias de las concesiones, que buscaban cualquier pretexto para ahorrar costes en detrimento de la seguridad de los trabajadores.

Rapidamente la solidaridad se extendió desde el area de Courrières a otras zonas del norte de Francia y comenzaron las huelgas en demanda de mejores medidas de seguridad.




Escuchando Don't Panic, Coldplay


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