Recordando a Dalton Trumbo
10 de septiembre de 2005
Un día como hoy de 1976, murió de un ataque al corazón el escritor y guionista norteamericano Dalton Trumbo. Tenía 70 años.
Nacido en Montrose (Colorado) empezó a publicar novelas en los años 30, consiguiendo un gran exito en 1939 con "Johnny cogio su fusil" un emocionante alegato antibelicista.
Dalton Trumbo fue uno de los más grandes guionistas de Hollywood. De su primera epoca están títulos como "Espejismo de amor (1940), "Dos en el cielo" (1943), o "Treinta segundos sobre Tokyo" (1944).
Miembro del Partido Comunista de EEUU y presidente del Sindicato de Escritores, a partir de 1947 y durante muchos años sufrió en sus carnes la implacable cacería de brujas del hoover-macartismo, llegando a ser encarcelado por sus ideas políticas. Era quizá el más conocido de los Diez de Hollywood, y se vió obligado a escribir decenas de guiones bajo pseudónimo, entre ellos los de "El demonio de las armas" (1947), "Vacaciones en Roma" (1953), o "El bravo" (1956), ganador este último del oscar, que obviamente no pudo recoger. Durante un tiempo estuvo exiliado en México.
Luego tuvo la gran suerte de encontrarse con dos personas de gran valor, Kirk Douglas y Otto Preminger, y gracias a ellos su nombre reapareció en los créditos de "Espartaco" y "Exodo", ambas de 1960.
Posteriormente siguió trabajando y suyos los guiones de "El último atardecer" (1961), "Los valientes andan solos" (1962), "Castillos en la arena" (1965), "Hawai" (1968) o "El hombre de Kiev" (1968)
Como colofón a su carrera (y a su vida) tuvo la oportunidad de dirigir la versión cinematográfica de su novela antibelicista "Johnny cogió su fusil" en 1970, trasladando a imagenes la emocionante historia del joven combatiente de la Primera Guerra Mundial que a causa de una explosión se encuentra confinado de por vida, ciego, sordomudo y con las piernas y los brazos amputados. Mucho antes de Alejando Amenabar hiciera su alegato a favor de la eutanasia en "Mar adentro", Dalton Trumbo ya había hecho algo parecido.
Dalton Trumbo fue un pionero, rebelde e innovador, capaz de crecerse ante las adversidades y que, al igual que Espartaco, no rehuyó el compromiso que le dictaba su conciencia, prefiriendo la marginación y el ostracismo antes que plegarse a las exigencias de lo políticamente reaccionario.
Vaya mi recuerdo en el aniversario de su muerte.
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