El super-récord de Florence Griffith...
16 de julio de 2008
Hoy hace justo 20 años que una mujer completamente atiborrada de esteroides anabolizantes corrió los 100 metros lisos en 10 segundos y 49 centésimas. Fue el 16 de julio de 1988 en Indianápolis, lugar donde se celebraban las pruebas de clasificación (Trials) para los Juegos Olímpicos de Seúl.
Florence Griffith era una mujer enormemente atractiva, y protagonizó una de las historias más extrañas y fascinantes de la historia del deporte. Nacida en 1959 en el duro suburbio de Watts, en Los Angeles, su enorme talento natural la hicieron destacar en el atletismo casi sin proponérselo. En los años ochenta, Bob Kersee hizo de ella una de las grandes velocistas del mundo, ganadora de una medalla de plata en los Juegos de Los Angeles 1984.
Pero no fue hasta el verano de 1988 cuando Florence forjó su leyenda. Primero en Indianápolis, con el récord mundial de 100 metros, y más tarde en Seúl, con tres medallas de oro, una de plata y el record de 200 metros.
Ambos récords aun continuan vigentes, y es bastante improbable que alguno de nosotros llegue a ver una mujer corriendo más rápido. Los 10.49 y los 21.34 nos siguen pareciendo hoy tan inaccesibles como en 1988.
Pero Florence no era sólo un saco de músculos diseñado para reventar los cronómetros. Ella era Flo-Jo, un mujer muy bella y que supo construir una imagen a la altura de sus logros. Mallas de una sola pierna, bodys con capucha, uñas de quince centímetros... nunca las pistas de atletismo se parecieron tanto a una pasarela de moda. Florence era un espectaculo en sí misma, y el público la adoraba. Sólo con poner un pie en la pista ya se ganaba la atención de la gente y los medios. Luego la veían correr y quedaban extasiados.
Hoy sabemos que casi todo era una gran mentira. La gente lo sabía ya entonces, pero deseaba creer lo contrario. En cualquier caso había algo en Florence que la hacía muy distinta al resto de tramposos del deporte. Y es que ella representaba un nuevo tipo de feminidad, alguien que conectaba con las aspiraciones de millones de chicas que deseaban romper los límites genéricos en cualquier ambito de la sociedad, y hacerlo además de manera desafiante y atrevida... sin renunciar a la capacidad de seducción.
Bella, exótica, musculosa, atrevida. El concepto que implicaba fue resumido por la revista "Sport Illustrated" en 1989 con esta frase: «Puedes vestir como Madonna y correr como O.J. Simpson, y nadie se reirá de ti»
Por todo ello, Florence Griffith merece un pequeño lugar en nuestro corazón :)
Enlaces:
György Kolonics (der.) con su compañero Gyorgy Kozmann tras ganar el oro en Atenas 2004
Escuchando Saying Sorry, Hawthorne Heights
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