Octubre Rojo: Alla Nazimova (1879-1945)

Alla Nazimova fue de las grandes actrices del siglo XX. Sin embargo muchos ni siquiera han oido su nombre. Ella fue una gran estrella del teatro y también del cine en su época muda.

Había nacido en Yalta (Rusia) en 1879 y aprendió con Stavnislasky su metodo revolucionario en las artes escénicas. A principios del siglo XX Alla Nazimova comenzó a forjar su leyenda por los teatros de toda europa, enamorando a hombres y mujeres.

Luego conquistó Estados Unidos. Interpretaba a los personajes femeninos más famosos: cualquiera de las hermanas, de Chejov; Nora o Hedda Gabler, de Ibsen; Lady Macbeth o Cleopatra, de Shakespeare, etc. Sus actuaciones eran alabadas por todos los críticos del país, y sus camerinos se inundaban con toda la gama floral, desde orquídeas hasta violetas (la contraseña sáfica por excelencia), pasando por lirios y camelias.

Si, y en el cine también. Comenzó en 1916 con Esposas de guerra, film antibelicista. Sin embargo el público que iba al cine no podía disfrutar de la hermosa "voz de arpa" de Nazimova, y tenía que conformarse con una Nazimova muda y gesticulante.

La industria del cine se traslado por esta época de Nueva York a Hollywood, que sería a partir de ese momento la fábrica de los sueños, y Alla compro una mansión en lo que luego sería Sunset Boulevard, y la llamó El jardín de Alla. Allí se bebía vodka a pesar de la ley seca, se montaban grandes orgías y se fumaban unos cigarrillos árabes, que todo el mundo sospechaba que estaban mezclados con hojas de cocaína.

Hizo una película titulada Aphrodite que no pudo ni estrenarse: la censura la prohibió e hizo quemar los centenares de bellos amores lésbicos que se habían rodado en celuloide, perdiéndose para siempre.

Pero nos dejó dos obras inolvidables que justifican su leyenda: Camille, de 1921, y sobre todo Salomé, de 1923

Salomé es arte grandilocuente (aquí podeis ver una galería de imagenes), la gran obra vanguardista de Nazimova, donde pudo dar rienda suelta a su creatividad. Decidió que todas las interpretaciones fueran coreografiadas como una pantomima ralentizada, adelantándose 50 años al espectáculo Flowers, de Lindsay Kemp.

Natacha Rambova alcanzó el delirio supremo en los decorados y en un fastuoso vestuario inspirado en el gran ilustrador Aubrey Beardsley. Todos eran sabedores de que se estaba realizando una obra maestra, de la que se necesitarían décadas para ser gozada en plenitud, un magistral blanco y negro, con toda la extrafina gama de grises, pasados por los filtros más embellecedores, con una luna llena omnipresente, que se torna violeta ante la concentración de cortesanas, interpretadas por hombres hermosamente travestidos y maquillados por Rambova, y una luna que se vuelve roja cuando se corta la cabeza a Juan el Bautista. La película era una orquídea de invernadero de decadente pasión

Sin embargo fue un fracaso. Luego vinieron tiempos duros, problemas con la censura, desengaños amorosos, problemas económicos, su carrera en el cine se vino abajo y tuvo que deshacerse de El jardín de Alla, que se convirtió más tarde en El jardín de Allah, el dios islámico.

Sus ultimos papeles en el cine fueron en Escape (1941), de George Cukor, uno de los primeros films anti-nazis de Hollywood y en Sangre y Arena (1941), como la madre del torero.

Nazimova tuvo como amantes a muchísimas mujeres: Emma Goldman, Mercedes de Acosta, Natacha Rambova, Elizabeth Marbury, June Mathis. Nazimova era una mujer de izquierdas y Emma Goldman (rusojudía como ella, y a la que el fascista Edgar Hoover consideraba "una las mujeres más peligrosas de America") fue una de las mujeres más importantes de su vida desde que llegara a Estados Unidos.

Alla se fue de este mundo el 13 de Julio de 1945 despues de sufrir una trombosis coronaria. Su cuerpo está enterrado en el cementerio de Forest Lawn de Los Angeles. Nunca faltan violetas en su tumba, porque durante décadas esas flores fueron el símbolo que Safo y sus chicas llevaron a la isla de Lesbos y la actriz rusa las adoró porque tenían el color de sus ojos.

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